Su legado ha trascendido generaciones. A sus 95 años, Alicia de Rusconi sigue inspirando a muchos a través de la danza clásica, siendo considerada la pionera en El Salvador.

Disciplina, pasión y talento, son palabras que describen la carrera de Alicia de Rusconi, una de las primeras figuras del ballet clásico en El Salvador en los años 50, cuando recién comenzaba a introducirse al país a través de la Escuela Nacional de Danza, que luego llevaría el nombre de Morena Celarié.

"Para mí ser bailarina significó algo increíble. Yo ya tenía 20 años y acá no existía el ballet, pero estaba muy feliz de que había empezado la danza en El Salvador y que tuve la oportunidad de entrar a pesar de esa edad, contó Rusconi a LA PRENSA GRÁFICA, quien aseguró que gracias a su disciplina aprendió rápido y demostró sus facultades y habilidades natas.

Su destreza en la danza la llevó a destacarse en la escena artística del país, llegando a fundar en 1981 su propia escuela de ballet, la cual llevaría su nombre hasta el día de hoy y con la que formaría generaciones de bailarinas, entre ellas sus dos hijas, Lichi y Gracia María Rusconi, quienes también fueron maestras y transmitieron esta disciplina a sus propias hijas.

"La danza para mí significa lo máximo en expresiones de sentimientos. En la danza uno puede expresar dolor, amor, tristeza, en todos los sentidos"

Alicia de Rusconi

Tras 42 años de enseñanza y formación, Ballet Academy Alicia de Rusconi continúa con el trabajo que inició su fundadora, ahora de la mano de la maestra María Mónico Rusconi, nieta de Alicia, quien asumió la dirección general de la escuela desde hace 12 años.

"Cuando mi abuela comenzó seguía su propia metodología y también la de la Royal Academy of Dance, que sin querer es parecida a la forma con la que ella enseñaba. Entonces cuando yo comencé a ser la directora tomé toda la metodología de ella", compartió Mónico.

Según contó, su abuela fue maestra de kindergarten en el que enseñaba con metodología Montessori, lo que le permitió formar las clases con varios aspectos del método y los transformó para que pudieran ser utilizados en la danza.

Asimismo cree que lo más importante que les dejó su abuela fue la forma de enseñar. "Me dejó mucho conocimiento de cómo enseñar en la parte inicial del crecimiento de las niñas, que para mí es fundamental porque es cuando se desarrolla el oído musical y el acondicionamiento del cuerpo desde pequeña", enfatizó.

"Fundamos la Compañía de Ballet Alicia de Rusconi para honrar el nombre de mi abuela y todo su trabajo, que inauguramos con alumnas de la escuela."

María Alicia Mónico Rusconi, directora Academia de Ballet Alicia de Rusconi

"Ella me enseñó a mí a dar las clases de formas cantadas. Yo trabajo con los niños desde el canto, los cuentos, el juego, y al mismo tiempo trabajamos la disciplina. Desarrollamos las clases de una forma integral, en las cuales les exigimos esfuerzo físico y mental a la vez que desarrollan sus habilidades artísticas", afirma la directora de la academia certificada por la Royal Academy Of Dance (RAD).

"Tratamos que la escuela sea como un hogar más para todos los alumnos. Creo que el cuidado que tuvieron mi tía Lichi, mi mamá Gracia María y mi abuela Alicia, de enseñarme a mí, es el mismo cuidado que estoy teniendo con mis alumnos", recalcó María Mónico.

Legado. María Alicia Mónico, nieta de Alicia de Rusconi, asumió la dirección general de la academia desde hace 12 años.

Visión

Con el objetivo de profesionalizar la danza en el país y honrar el legado artístico de su fundadora, la academia comenzó una nueva etapa con la creación de la Compañía de Danza Alicia de Rusconi (CODAR), que debutó a finales del año pasado con la obra "La fille mal gardée".

"Fundamos la Compañía de Ballet Alicia de Rusconi para honrar el nombre de mi abuela y todo su trabajo, que inauguramos con alumnas de la escuela", afirmó Mónico.

Bajo la visión de su directora general, María Alicia Mónico, la compañía sumó a su equipo a la maestra y bailarina profesional Irina Flores como su directora artística, quien se retiró de los escenarios en el 2022 para dedicarse por completo a la enseñanza.

"Para mí ser bailarina significó algo increíble. Yo ya tenía 20 años y acá no existía el ballet, pero estaba muy feliz de que había empezado la danza en El Salvador (...) Me siento muy feliz de que en algo pude ayudar en la danza a mi país."

Alicia de Rusconi

"Irina Flores llegó en el momento de transición cuando quisimos que la escuela fuese más profesional. Irina es una maestra muy talentosa, es una enciclopedia de la danza, y tener una maestra de ese nivel es para apostarle alto", expresó Mónico.

Al mismo tiempo decidieron crear la compañía "con el fin de que existan más espacios culturales donde la gente pueda tener contacto con la danza" a través de producciones de calidad.

"Nos estamos preparando para un festival internacional, y creo que ese es un desafío fuerte porque tenemos que representar bien a El Salvador, y es primera vez que vamos a viajar en grupo", adelantó la directora.