La pérdida progresiva de habilidades cognitivas puede afectar de diferentes maneras.

La demencia es el declive lento y progresivo de la función mental, incluida la memoria, el pensamiento, el juicio y la capacidad para aprender, según la definición del Manual MSD.

Este trastorno, que se suele asociar con la vejez, no forma parte del envejecimiento normal y hay quienes llegan a cierta edad y nunca lo padecen o hay casos de personas jóvenes que lo manifiestan.

Aunque se ha relacionado con el delirio, la demencia afecta principalmente a la memoria y empieza poco a poco, mientras que el delirio afecta principalmente a la capacidad de prestar atención y aparece de repente.

Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos de demencia, según la Organización Mundial de la Salud, (OMS) por eso, le contamos cuáles son algunos de los signos a los que debe prestarles atención.

Lo que quienes tienen demencia quieren que sepas sobre ese trastorno

De acuerdo con la OMS, hay algunos síntomas precoces de demencia, entre los que se encuentran:

Olvidar cosas o acontecimientos recientes

Perder o extraviar cosas

Perderse al caminar o conducir

Sentirse desubicado, incluso en lugares familiares

Perder la noción del tiempo

Dificultades para resolver problemas o tomar decisiones

Problemas para seguir conversaciones o a la hora de encontrar las palabras

Dificultades para realizar tareas habituales

Investigación. Los científicos concluyen que en algunas personas el deterioro cognitivo varios años antes de que sus síntomas no es suficientemente evidente.

Detectan signos de demencia hasta nueve años antes del diagnóstico

También tiene un impacto en la emocionalidad de las personas, con signos como:

Sensación de ansiedad, tristeza o enojo por las pérdidas de memoria

Cambios en la personalidad

Conducta inapropiada

Renuncia al trabajo o a las actividades sociales

Pérdida de interés por las emociones de otras personas

La mayoría de estos síntomas empeoran con el tiempo, mientras que otros podrían desaparecer o manifestarse únicamente en las últimas etapas de la demencia, como no ser capaces de reconocer a familiares o amigos, desarrollar dificultades para desplazarse, perder el control sobre la vejiga y los intestinos, tener problemas para comer y beber y experimentar cambios de comportamiento, como exhibir una conducta agresiva.

La soledad, un factor de riesgo de demencia cuando no es deseada

Tenga en cuenta que la demencia afecta a cada persona de una manera diferente, y solamente un profesional puede diagnosticarle este padecimiento.

En la mayoría de los casos, la demencia está ligada a otras enfermedades, siendo el Alzheimer, el más común, pues entre el 60 y el 80 % de las personas mayores con demencia tienen enfermedad de Alzheimer, menciona el Manual MSD.

Otros tipos frecuentes de demencia son la demencia vascular, también llamada deterioro; demencia cognitivo vascular, con cuerpos de Lewy, frontotemporal (como la enfermedad de Pick), asociada al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), o la mixta, que puede ser Alzheimer con la demencia vascular.

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Aunque la edad es el factor de riesgo de demencia más conocido, se han identificado otros factores de riesgo adicionales como la depresión, el aislamiento social, el bajo nivel educativo, la inactividad cognitiva y la contaminación atmosférica.

Según los Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos, la demencia se identifica a través de pruebas de atención, memoria, habilidad para resolver problemas y otras capacidades cognitivas.

"Un examen físico, los análisis de sangre y los estudios de imágenes cerebrales, como las tomografías computarizadas (TC o CT, por sus siglas en inglés) o las imágenes de resonancia magnética (IRM o MRI, por sus siglas en inglés), pueden ayudar a determinar la causa subyacente", apuntan en un artículo.